Intel ha presentado sus planes para su nueva generación de procesadores y los que tiene previstos en un futuro, unos planes ambiciosos para seguir luchando por mantener su liderazgo y competitividad en el sector móvil.
El primer modelo que veremos en el mercado serán los procesadores de séptima generación denominados Kabylake fabricados en 14nm como la generación actual y que entrarán en el mercado en 2016, unos modelos que seguirán sin contar con salida de vídeo HDMI 2.0 de forma nativa, una lastima ya que limita sus aplicaciones multimedia a 4K, es posible que se integre de forma externa alguna solución para darle soporte a este tipo de resoluciones.
La siguiente generaciones fabricadas en 10nm se denominarán Cannonlake e Icelake y saldrán al mercado en 2017 y 2018 respectivamente, en algún punto de esta generación se añadirá soporte HDMI 2.0 nativo. Después se saltará en el 2019 a la siguiente generación denominada Tigerlake que posiblemente entre en el proceso de 7nm y por último en el año 2020 se pretende llegar a los 5nm. Viendo los problemas que han existido en la fabricación a 14nm seguro que veremos retrasos hasta llegar a los 5nm, aunque la presión de rivales como TSMC hace que Intel saque lo mejor de sí.